Poesía

Poesía

martes, 27 de diciembre de 2011

Lluvia, me gusta libar tus gotas

La noche tibia, mis pasos
templados. Cobijado en
la soledad en busca de
una tentación que calme
mi pesar.

Percibo una lágrima
asomada en mi pupila.
Es el candor de lo que
pudo ser o no.

Veo al cielo, apreciando
sus grises nubes, agraciadas
por las formas que le da el
céfiro.

Desfogan ellas, las nubes,
hacia la tierra, impregnando
de fuerza mi cuerpo que se
sofocaba por dentro y fuera:
adentro, por no haber tomado
la oportunidad correcta; por
fuera, la expresión física de la
soledad que aterra.

La lluvia, un amor inseparable,
como la ensenada que moja
la tierra, y el capullo que
ahora florece al embebecerse
de sus gotas, sin importar que
sea invierno o primavera.

Me gusta libar tus gotas frescas;
que empañes mis ojos salinos de
lágrimas por la dulce agua que
los cielos regalan.

Sigo viendo al cielo, y encuentro
una estrella. Me fijo en ella: es
cómplice de las nubes y del
céfiro que palian la soledad:
ciñen la triste memoria y la
dejan en paz.

domingo, 25 de diciembre de 2011

El óbito de esta fecha. 25 de diciembre.


No ir por lo mismo.Es
enfermizo. Fugaz
deliberación donde
gana mi razón.

Rozar tu piel es un
frío mortal. Estás
en el plano mundano,
donde la muerte
cristaliza de hielo
los corazones amargos.

Advertirte a la distancia
mis ojos se inflaman: el
inminente óbito que tus
pasos marcan. Impotencia
ante ti, la muerte en
carne, piel blanca de
manchas, podredumbre
envenenando manzanas.

El hedor que al transitar
marcas, lo olfateo. No
me engañas con tu rostro
de beata. Es tu antifaz
para los incrédulos, aquellos
que no sienten el frío
tétrico.


Lo bueno, que los cristales
se parten, y en pedazos
regados terminan, y en
bote de basura tú terminarás
reunida, como la bazofia que
caracteriza la inmundicia que
eres tú, mujer sin pétalos,
de hipocresía infinita.

sábado, 24 de diciembre de 2011

à toi...


En esta noche solemne, te pienso...
Tus bucles del cabello, corona
que sobre ti me deslumbra a lo
lejos...te pienso...

Tu risa un canto de flor,
cuyo rocío fecunda el
ambiente de amor.

Caminas, y tus pasos
van dejando huellas...
huellas que no sé si
seguirlas, o alejarme
de ellas.

¿Qué hacer ante los
impulsos latentes del
corazón? Decidme, que
no quiero ser frío,
como lo es mi razón.

Eres mi estrella que
veo fulgurar en el
firmamento: destellas,
mujer de cabellos
rizados. En silencio,
te pienso, aunque estés
lejos.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Un bosquejo...


Encerrados, dibujo
el bosquejo de un
presente no lejano.

Encerrados, mi lámina
marca tu piel en el
papel. Silencio, dejo
entre dicho lo que por
ti siento.

Encerrados, el carbón
se acentúa en los trazos
que de ti deja enmarcado.

Desnudándote con arte,
mis líneas te convierten,
en un borrador, el bosquejo,
en un profundo afecto.

Somos bosquejos; no somos
perfectos. Por eso, serás
siempre el carbón que mi
lámina te dejará al descubierto.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Libertad...mi pensamiento...grilletes...no..y no...


Punzada, ahogo, el
fuerte latir del
pecho, grisáceos
pensamientos que
aturban mi libertad
de pensamiento.

Acecha en  el día,
y en la noche también,
sin saber si al mañana
estaré libre, o entre
barras callado, sin
mis manos, mi genio,
sin palabras, sin
tinta que acentuar
para cantarle a mi
amor eterno: la
libertad.

No deseo un grillete
a mis ideas, mi
pensamiento, a mis
poemas... a ese
momento cuando me
abstraigo,surgiendo
melodías, cantos.

Lo veo enfurecido, se
ha despertado un titán,
un seductor, cuyas
palabras exacerban la
división, el odio, siendo
pocos los despiertos
de este invierno de
neo-revolución.

En áfrica las primaveras,
qué envidia sana...En
Ecuador, ¿Cuándo el rocío,
gotas de libertad, serán
sembradas? ¿Veré cómo son
fecundadas?

Lo miro, y veo su
desesperación. Pocos
ven, que el proyecto
es de él, sólo de él,
y que nos montan
escenarios para
tenernos distraídos
con cumbres, guirnaldas,
y palabras de hondos
vacíos.


¿Nos aminalaremos? ¿El
miedo será más poderoso,
o juntos, venceremos?