Poesía

Poesía

domingo, 29 de abril de 2012

Deseos de la noche


Sudaban mis manos al

tocar sus pechos de
nácar, apetecidos.
Sonidos del silencio
cuyos ojos miraban
al vacío.

Una granada que abría
su fruto. Degustaba sus
piel translúcida, bañada
de pepitas de chocolate,
un manjar al tacto, suave.

Ven a mis sábanas, son
transparentes. Me arrullaré
en tus pecho, besaré tus
tiernos pezones. Se
encenderán, de placer,
gemirás. ¿Oirás el
silencio del viento en
la oscuridad? ¡Decídmelo
ya!

No hay sombra ni delirio.
Son pétalos, la luna que
alumbra los lirios.

Un fruto no prohibido.
Te deseo, y éste es
mutuo. Bailan nuestros
cuerpos entre sábanas,
bajo un lienzo que cuelga
observando un Jesús
Cristo.

Nos deseamos, nos
manifestamos con
el tacto.

domingo, 22 de abril de 2012

Subiendo peldaños

Iré subiendo peldaños,
no por tener tú una
corona, ni ser superior
a cualquier humano.

Iré acercándome para
enlazarte en mis brazos,
apretarte...Sentir calor,
ese que tú emanas...

¿Serás la tierna Helena
 o la Cleopatra del César?

¿Qué serás, cuando alcance
el último peldaño, cuando
llegue a asediar tu frígida
muralla, qué harás?

¿Decidme si estás lista
para una batalla donde
no habrán trincheras,
ni soldados, donde sólo
yo me iré acercando?

Si no lo estás, es una
batalla perdida, donde
yo  gano, y tú...¿Qué
harás? Yo he decidido,
apunto a buen camino.

Ahí verás, hacia el
horizonte, mis pasos
acercar.



lunes, 9 de abril de 2012

Ascendiste alto...


















Recordaba esos tiempos cuando
descansaba su cabeza en el
pecho de ella, la suavidad del
seno, mientras se relajaba al 
escuchar su corazón palpitar.

Ahora mira su lápida, el 
campanario sonar, el
sonido de una lágrima que
no puede resistir guardar.

Recordaba las flores que a
ella regalaba. Su candidez 
de carmín, las mejillas se 
coloreaban. Un bacio de 
su Beatriz le respondía,
así, al paraíso cada vez 
más ascendía.

Ella agonizó. Dio un suspiro,
y el aliento se escapó... Él,
no contenía nada...Sal de sus
ojos, gotas, humedecieron 
la manta de la mujer que 
amaba.

Aquellos tiempos de verano,
el trinar del colibrí en los 
parques donde sus huellas
iban dejando...melodía 
universal de paz, natural.

En mármol esculpieron su
nombre. Él lo observa con 
sus pupilas vidriosas por el
llanto.

La perdió. La perdió. Ascendió
rápido, aleteando como el colibrí
que en los parques escucharon...

El día en que ella le ofreció su
cariño, bien ganado y merecido,
ella resplandecía con su vestido
de blanco. Era bella, se decía él,
un ángel que tropezó con la tierra,
y que al final, sus alas la llevaron
alto...








 

jueves, 5 de abril de 2012

Para ti


Amiga, ¿No te das cuenta que te deseo? Han pasado muchas primaveras: los abrazos, el apoyo, tus manos… Decidme ¿Comprendes que nuestra amistad debe ser pasajera o  terminar por mi sanidad mental? ¿Sabéis que por ti yo muero cuando en un abrazo me apretas, como si no quisieras que me escape a algún rincón, en el cual, le cantaría a la soledad? Vislumbra mis miradas, despierta ¡ya! El tiempo apremia, no puedo más.

El dolor no es amargo, tampoco placentero. No hay pesadumbre, sino incertidumbre. ¿Es miedo? ¿Será? Muchas veces, en mi soledad, mientras una estrella me hace compañía, estimo el tiempo que pasamos juntos. Un punto intermedio: ¿Será? Me evita morfeo, en las madrugadas, a pesar de la distancia, te siento,sí, así es, como el ave que encuentra su nido después del trabajo para sus crías alimentar, así, me pregunto ¿Tu también, me deseas? No sé si es locura, pero la incertidumbre ansiedad crea... ¿Miedo? Tiemblo cuando acerco mis labios a besar tu mejilla, porque a mis adentros, deseo desviarlo a tus labios frescos.