Poesía

Poesía

viernes, 29 de noviembre de 2013

Cuando la noche juega una mala pasada...

Nos jugó una mala partida
la noche; ella sollozaba y
yo mis lágrimas aguantaba.
Poco a poco mis ojos de
cristal se nublaban, y se
regaban las lágrimas mientras
ella lloraba.

Palabras no deseadas, 
palabras que destruyen
cimientos, por un impulso
torpe y perverso.

¿Por qué dije esa noche
aquello que hirió su alma?
¿Por qué, si es mi bendición
en tierra, es mi compañera?

Pedí perdón, y ella, bella y
elegante para recibirme,
 fue a su casa...
La noche nos jugó una mala
pasada…

Maldita sea la noche, y la luna,
cuando éstas dos se unen, 
soplan el viento y así éste

convertirse en ceniza.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Seguirás siendo viento…

Son palabras calladas, ¿para qué
hablar si nos podemos rozar?

Arrinconas el silencio en mis manos,
con ellas juegas con tus labios, la 
ternura, una lágrima, la jovialidad
eternizada en nuestros pasos…

Los almendros de rosado se pintan,
los viñedos brotan sus uvas: es tiempo,
es hora, de echar tierra y comenzar 
los cimientos…

El tiempo continúa su inmortal
envejecimiento, el sol, su luz,
seguirá irradiando sus invisibles
versos, y tú… tú seguirás siendo
viento…

jueves, 7 de noviembre de 2013

El bosquejo de nuestros primeros pasos...

Cae la noche de luna llena, 
Revolotean las luciérnagas. 
La mar furiosa, espuma de sal 
Marcando en su agua el nácar 
De estela. 

Bramido que ahuyenta al viento, 
Bramido que enciende las velas. 
Riega la cera, cierra la cortina, y 
Baila ella desnuda bajo la luna Llena. 

El hollín deja en el techo su huella,  ¿no
Vez que hay fuego,  allá, en sus pasos de
Fiera?  Cierra las cortinas y descansa,
Que dormiré contigo, te haré mía bajo las
Estrellas. .............................................................. 
Enciendo una cerilla para dejar sin
Nombre a la niebla.  Dejad a la luz que
Enseñe tus pechos, dejad que las manos
Reposen dentro de tu blusón, y que sea el
Sol que muestre en un eclipse tu belleza. 

Las velas encendidas apagándose al 
Camino hacia tu lecho, donde moriré con 
La seda de las sábanas, tu piel, tu mano 
De fuego, y como ave fénix, dentro de ti Resucitaré. 

Las olas juegan con la arena como
Juegan tus suspiros con tu semblante.
Te arropas con el viento, y yo, con tu Jardín sureño. 

Tu nombre es pronunciado por los 
Poetas del pasado, te asemejas a la 
Inmortalidad de las diosas de antaño: 
Bella como ellas, fértil como los campos. ...................................................................... Hemos navegado entre presente y Pasado, y tus huellas están quemando
Mi piel, dejando tu rastro: así los dos
Somos como Pegaso: dos estrellas
Latiendo en el espacio.

Rugimos en el lecho, y terminamos
Despacio en el bosquejo de nuestros
Primeros pasos...