Poesía

Poesía

miércoles, 14 de enero de 2015

Céfiro, mares.

Te asemejas al aire, etérea fémina de pupilas insondables, céfiro ahondando en mis mares.

Infinito el amor que arrastran los mares, orillándose en mí, envolviéndome con tu clápide.

Seamos como el agua de mar, tú, la corriente, yo, la sal: venturoso céfiro que lleva en su pecho fervor para unir a dos.

Oh, amor mío, céfiro infinito, cuando las almas se abrazan, un universo mana.

Y en la nada, brota la bienaventurada agua de la fontana: eres diafanidad de luz arrebujándonos en su agua.