Poesía

Poesía

lunes, 12 de diciembre de 2016

Una nueva vida

Poesía en tus pasos al entrar
Al compás de las campanas que
Dirigen hacia el altar. Verte venir
Vestida de blanco es angelical.

Te espero con el corazón abierto
Anhelando cada paso que das,
Viéndote acompañada del brazo
De tú papá.

Las partituras de Bach suenan
Sin cesar, y con cada segundo que
Pasa, más cerca de mí estás.

En ese lapso noto lo hermosa
Y risueña que se te ve,
Sonriente, clavando tus pupilas
En las mías, hablándome,

Segundos faltan para tener tú
Mano, para unirte conmigo, a
Mi lado, frente al altar

Y Dios, sé que mi padre aquí está;
Siento su presencia, sus labios
Posarse  en mi frente, y decirme,
"Hijo mío, cuídate, cuídala, te
Bendigo".

jueves, 19 de mayo de 2016

Padre.

Mi padre, un amigo que se grava
En los más hermosos recuerdos
De mi niñez y adolescencia.

De él aprendí que de nada vale
El rencor, que llorar es bueno y
Símbolo de fortaleza.

De él sé que la paz uno mismo
La encuentra, que la ansiedad
No es eterna.

De él sé que un abrazo es el
Refugio humano.

De él sé que la vida sabe mejor
Cuando te ríes de ella. Qué la risa
Es la mejor cura para sanar la
Incertidumbre que nos aqueja.

De él sé que la paciencia es dulce
Si se siembra  en primavera.

Mi padre, un buen hombre estelar.

viernes, 29 de abril de 2016

Cultura callejera. Espacio que se debe de cultivar en Guayaquil.

Mi ciudad, Guayaquil, brilla por la falta de lugares culturales. Recuerdo cuando viví hace mucho tiempo en Francia, y uno al caminar por sus calles, veía a músicos, mimos, y demás artistas ejerciendo su profesión, mientras franceses y turistas se conglomeraban frente a ellos; lamentablemente, no es así en Guayaquil, una ciudad lúgubre de concreto, donde hacen falta también espacios verdes.

Y, en mis caminatas en el centro de mi ciudad, siempre en la misma esquina encuentro en las mañanas a un señor que toca su violín o viola (no soy experto en instrumentos musicales). Es de tez y piel blanca, por lo que supuse que no era ecuatoriano. Toca su instrumento, teniendo abierto su estuche, donde uno dona su moneda. Yo soy uno de los pocos que se queda escuchando sus melodías, y por supuesto, dono. Para un guayaquileño es un misterio encontrarse a alguien que cultive la cultura en la calle, como sucede en Europa, por lo que hoy le pregunté si era escocés, y me contestó que no, que él es de Londres. Por lo tanto, tenemos en Guayaquil a un inglés que nos dona sus talentos musicales en la calle al tocar su instrumento. ¡Qué esta buena costumbre perdure!











Hoy decidí filmarlo y compartir esta corta historia con ustedes. También, una señora con sus hijas toca el violín afuera del local Eta Fashion del centro de Guayaquil, pero lamentablemente no la vi hoy. Espero que les guste.


Juan Xavier

miércoles, 20 de enero de 2016

Belleza.

Hay belleza en primavera.
Por doquiera tus descalzos
Pies sus huellas sellan.

Hermosa mujer, vienes a
Embriagar mis sueños de
Vino y púrpura... primorosa
Fémina, me desvelas.

Tú eres belleza, no puede
Haber ninfa alguna que
Declare ser más bella.

Tú eres la más bella.

Siendo tú lo romántico,
Lo poético, te llueven estos
Versos.

¡Qué hacer para cobijarme
En tu poesía! Desvélame,
Lleva mi barca hacia el
Puerto que quieras.

¡Tú eres la más bella!

A Cupido

Los años no son en vano, y los que
Han sido con ella, por quien mi
Corazón se agita y excita, son de
Verano.

Mis lágrimas rezan por ella, que
No acabe en naufragio...

Cupido, susúrrale al oído que
Me siga amando, que el aire me
Falta sin su mano.

Que cupido le susurre al oído
Que me siga amando; que Baco
Le imprima en su memoria cómo
Nos hemos amado.

Que el amar no sea en pasado,
Y que el futuro sea el Edén, y
Morder la manzana nuevamente
Por ser humanos.

La depresión embriaga a uno de
Tristeza, querido Cupido. Deshogo
Contigo, amado Dios, mis penas,
¡Dile cuánto la amo! La incertidumbre
Quema hondo, la angustia me
Me mata poco a poco.

Cupido, si es de morir, que sea en
Su regazo.

martes, 19 de enero de 2016

Un Nocturno de Chopin

Tú mujer de pupilas de ojo
De tigre, la llama que amo
Tanto en la paz como en la
Guerra.

Tú, grata sorpresa, anidas
En mi alma la paz que tus
Caminos deja.

Tú, mujer hermosa, ven
Conmigo hacia al infinito,
Arrástrame hacia tus olas,
Ahógame en tu boca.

Ven conmigo hacia los
Prados de Roma, a tomar
Sitio de la ciudad: somos
Infinitos, somos púrpura
Toga.

Caminemos hacia donde
Las olas y el viento nos
Quieran llevar.

Si debo escalar un muro para
Hacia tu firmamento llegar,
Remontaré con mis manos
El asedio, y no en vano
Acabará toda oposición hacia
La consecución de la
Felicidad.

Y, escuchando un Nocturno
De Chopin, tú, mujer de luna
De día, y de sol a oscuras,
Escribirás nuestra partitura.

viernes, 15 de enero de 2016

Ser para siempre olvidado...

Que me lleven las olas hasta su
Infinito ahogo. Que me revuelquen
Y en tierra me convierta.

Que caer de un peñasco sea de
Valientes y que hasta las rocas
El viento me lleve.

Que las lágrimas ahoguen mi
Garganta, que respirar me corte
el llanto.

Que sus brazos me rodeen
En un abrazo, y que me susurre
Al oído "te amo".

Que todo sea paz al ser ceniza
Y barro.

Que morir no sea miedo, que sea
La esperanza del cambio.

Que los árboles formen nidos
Que alojen mis cenizas, y ser
Para siempre olvidado.