Sus
creencias la llevaron a falsos
Dioses
a adorar, y a predicar su
Fanatismo
rezagando a un lado
La
cordura y el amor de encontrarse
El
libertad.
Esparce
sus prejuicios al infinito
Llegando
a sus amados a apartar,
Quedando
sola y sus miedos del
Más
allá se imponen dentro de
Su
consciencia a dormitar… Al
Alba,
tiembla Roma imperial:
Sin
cordura en la altura, y pan
Y
circo a quienes al imperator
Se
sumían a acatar su voluntad.
¡Oh
tú que cubres la luz del sol
con
neblina! ¡Infelicidad pura,
dejad
de esparcir tu amargura!
¿No
ves el daño que a tu familia
miserablemente
infliges con tu
ego
y prejuicios de cura?
Mis
versos son un desfogue a la
Impiedad
que derrama la sangre
De mi
lengua mordida. Callar, callar,
Siempre
callar, y tú, pensando que
Todo
esta en paz…