Poesía

Poesía

miércoles, 6 de mayo de 2020

Incertidumbre

Quiero llorar mientras
escribo esto y que mis
lágrimas detengan los
latidos acelerados del
corazón.

¡Ay Dios! ¿Qué pasará?
La incertidumbre carcome
mis sentidos, y vivir es la
mejor esperanza que tengo.

Me hubiera gustado darte
un abrazo en tu lecho antes
de partir. Te fuiste, así como
los miles que a sus amados
desesperanzados vieron
cómo la llama de a quienes
aman se marchitaba hasta
que ésta se apaga.

Es de madrugada y no puedo
dormir, el dolor se apodera
en mí: no somos inteligencia
artificial, es de humanos sentir
empatía por los demás.

Los noticieros en mi país avisan
de malditos que a costa de la
pandemia que nos acosa con el
Estado buscan inmoralmente
enriquecerse, mientras en las
camas los ecuatorianos mueren.

Me duele, mi corazón late
rápido, soy humano.

Mi mujer descansa y escucho
su respiración normal. ¿Qué
haría si a ella la pandemia
le llegara a afectar? Es la
incertidumbre de no saber si
a quienes amamos de la noche
a la mañana dejen de brillar.

Vivimos en incertidumbre, nos
agobia el mañana, no sé tú,
quien lee mis letras, ¿qué
piensas de mis versos que
escribo en la madrugada?

¡Ay incertidumbre! Mi país
es un Estado fallido, y el
gobierno por más impuestos
clama: me siento asaltado,
mientras veo una noticia de
muertos que Caronte con el 
Covid clama. Qué indolencia, 
qué falta de empatía, tristes 
miserables que a todos engañan.

Mi corazón sigue latiendo
rápido: no sé el mañana. No
sé nada.