Las lágrimas levantan el vuelo
Hacia lo fantástico, y una nota
De amor bajo tu puerta mantiene
El rocío de ella… dejo mi sal
En tu puerta…
Palabras silbadas por el viento
Que a tus pasos va a seguir,
Y un manto de arena del Sahara
Oscurece tus huellas, y te pierdas
En la tormenta… Tan lejos, tan cerca…
Amargura sabor a chocolate es el
Sabor de la partida hacia un camino
Nuevo, una bifurcación del
tiempo…
Maduramos con los años, dejamos
Las manos entrelazadas, y en bronce
Se inmortalizan los amores de todos
Aquellos que a la vejez llegan
juntos
Como si tuvieran veinte años…
Agudo sonido del movimiento de las
Nubes, y ella… no hay sonido ni sombra
Que le robe el canto…
Y ella, no
hay ladrón que la convenza,
No hay mar
que la arrastre hacia la
Frontera…
Antiguamente, la confundían
Los marineros
con las sirenas…
Una mano
tierna bañada de rosas
En esta noche de desesperación
Roza mi
espalda y en paz muero
Dentro de mi
lecho, y una canción
De amor se
escucha lejos…
Epifanías
piden permiso a las puertas
De mi
fantasía, y en una dimensión de
Hombres y mujeres en armadura, entran
Ellas a
rescatar las ideas que flotan en
Algún vacío
de la imaginación, de la locura.
Qué ser, si
uno no puede serlo sin estar
Al fin
dentro de uno mismo, y explicar
Otro mundo paralelo
es flotar en el
Universo.