Poesía

Poesía

lunes, 19 de mayo de 2025

Imagino

 



Eres poesía para mis ojos, se complacen de verte, rostro hermoso de esmeralda y nácar. Espuma de Venus, prolijo rostro hija de Urano, eres primavera en invierno y el sol en mis veranos. 


Ay, te pienso ahora más que nunca, y te escribo estos versos que jamás leerás porque soy el mejor para callar, plasmando en papel palabras para de pecho no enfermar. 


Ferviente deseo de confesar, de bordar mis palabras de dulzura para que, al rozar tu oreja, dejarlas en tu oído en un soplo entrar. Dejo la imaginación volar.


Me puedo quedar un día entero escribiendo los versos más bellos con tan solo contemplar una imagen donde tus ojos verdemar pueda apreciar, tanta paz ellos me dan, pero enamoran además, volátil imaginación que quieto no me permite estar.


Ese ferviente deseo de no ser una hoja poco prolija que va cayendo marchita, de querer ser deseado y amado, que me permita imaginar cuerdamente momentos deseados.


Te inmortalizo con mis versos imaginándonos a los dos montando a Pegaso en los cielos, para ser rayos y truenos. E imagino…


Imagino tenue luz de luna, silencio y penumbra, eres mi devoción al tacto que no alcanzo sentir por silencio guardar para seguir viéndote y no ahuyentar; las yemas de mis dedos sobre tu manto de nácar quieren estar, deslizándose,  poniéndote la piel de gallina, y, ¿ves? Dejo la imaginación volar.


Imagino tu rostro volverse rojo si algún día mis versos llegaras a encontrar, las palmas de tus manos agarrar. Quiero gritarlo al silencio, como si de un volcán fuese mi pecho a punto de estallar.

—————————————————————-


Amo mis letras, letras que no son mías, pues si ella no existiera no estuvieran mojadas en tinta. Fleur de vie, fleur du bonheur, mes paroles sont à toi, je te pense sans que tu le saches, tout le temps, surtout quand je suis seul, laisse-moi te voir.

domingo, 4 de mayo de 2025

Poema nocturno

 


Bebo mirando fijamente tus ojos

hasta embriagarme de ti, y

me pierdo desenfrenadamente en

tu sabor, en tu piel, en tus manos

que aprieto contra las mías y tu

corazón que fuerte palpita.


He dejado mis labios moldeados

en tu cavidad sureña, un suspiro

carmesí donde beber yo el néctar:

desenfrena en ti suspiros profundos

do tu espalda arquea.


———————————————————

Es de noche y no estás. La luz

tenue me hace sentir más la falta,

la mucha falta que haces, que

solo aspiro dormitar. 


Es como ser un  lobo en celo 

abandonado y solo en un 

desierto.


Y al dormitar, yo deseo, y deseo…


Deseo como buen caballero 

llevarte hacia mi hogar como

mujer mía, y yo tuyo, tuyo 

hasta el último hálito de 

aliento. 


Deseo que llegue invierno, que

el frío haga que eches de menos

el calor de nuestros cuerpos, el 

deseo de piel, y de los vidrios

cubiertos de sombras y nuestros

reflejos.

———————————————————


La melodiosa voz con tu acento 

marcado de norte es un verso 

entonado al cielo. Esa boca 

con sabor a frutilla a la crema,

do florece tu origen con cada

sonido que emite, la quiero

comer hasta hacerte temblar

de placer y algo más, pues

también es deseo.


Escucharte es música, mirarte,

mirarte… mirarte es ver arte. 

Y, ¿amarte? También, un arte.


——————————————————

¡Ay! Me recuerdas, en parte, al

dulce sonido de violines, y en 

parte, al vaho que deja el aliento.


Te echo de menos, flor carmesí,

tu fragancia quedó en mi piel, 

llevándote a donde sea que vaya,

adentro.


——————————————————-


Vuelve la noche, otro día más de 

solo textos, un par de horas que

nos aleja el viento. Y pienso en lo

bien que nos amemos.


———————————————————-


Llegó el alba, “¡despiértate!” 

escucho que me susurran al 

oído, y hay un vacío: si tan solo

pudiera seguir durmiendo, 

soñando, mi silencio.