Poesía

Poesía

martes, 6 de marzo de 2012

A mi amiga...los hombres lloramos

¿Qué sucedió amiga mía,
para que actúes en contra
mía? ¿Qué te pasó? Me
dueles, y lloro en agonía.

Percibo que te alejas y que
perdida estás. Decidme
¿Qué teméis? Has cambiado,
un giro de ciento ochenta
grados.

Reías ante una broma,
desbordabas alegría. Decidme
¿Qué ha cambiado?

Te noto fría, gélida. Decidme
¿Me teméis? ¿De qué te
envenenaron? ¿Qué víbora
mordió tus oídos? ¿Qué voz
te hace callar y emitir falsos
juicios ante una amistad?

¿Le teméis al gobierno? ¿Es
porque no soy como las masas,
aquellas que sólo se fijan en obras,
bienestar propio, sin detenerse a
pensar el detrimento a las libertades
que hay?

Tu no eras así. Esta noche, mientras
escribo estas líneas, lloro, porque
se lo que es capaz el miedo de
lograr. No te detesto. Te comprendo.
Represento un peligro para tu
bienestar.

El miedo es omnipotente. Tú, débil,
yo, fuerte. Pero, quedarse sólo,
es aterrador. No soy una isla, soy
más.

Dicen que llorar es de débiles,
sólo de mujeres. Mentira, los
hombres lloramos, y sólo los
valientes somos capaces de
expresarlo. Es tiempo de
desenmascararse de
prejuicios de antaño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario