Amiga, ¿No te das cuenta que te deseo? Han pasado
muchas primaveras: los abrazos, el apoyo, tus manos… Decidme ¿Comprendes que
nuestra amistad debe ser pasajera o
terminar por mi sanidad mental? ¿Sabéis que por ti yo muero cuando en un
abrazo me apretas, como si no quisieras que me escape a algún rincón, en el
cual, le cantaría a la soledad? Vislumbra mis miradas, despierta ¡ya! El tiempo
apremia, no puedo más.
El dolor no es amargo, tampoco
placentero. No hay pesadumbre, sino incertidumbre. ¿Es miedo? ¿Será? Muchas
veces, en mi soledad, mientras una estrella me hace compañía, estimo el tiempo
que pasamos juntos. Un punto intermedio: ¿Será? Me evita morfeo, en las
madrugadas, a pesar de la distancia, te siento,sí, así es, como el ave que
encuentra su nido después del trabajo para sus crías alimentar, así, me
pregunto ¿Tu también, me deseas? No sé si es locura, pero la incertidumbre
ansiedad crea... ¿Miedo? Tiemblo cuando acerco mis labios a besar tu mejilla,
porque a mis adentros, deseo desviarlo a tus labios frescos.
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