Poesía

Poesía

domingo, 25 de agosto de 2024

Hermosa soledad

Hermosa soledad que vienes en

verano a taparme con tu manto.

Ella ya no está, pero los recuerdos

de aquellos momentos donde 

reímos, quiero que tú, dulce soledad,

me acompañes para no recordarlos.


Hecho de menos el dónde y cómo 

volcar mi afecto, aunque haya sido 

en parte pétreo. Pero por ser justo

así, pétreo, os pido a ti, dulce soledad,

que transmutes mi alma en hielo.


En hielo para olvidarme qué es sentir,

en hielo para no echar de menos afecto,

en hielo para olvidarme del tacto de

acariciar a una mujer con piel color nácar,

lisa como el terciopelo.


Soledad garduña de imágenes lúbricas,

deseo mi corazón escarchado; ayudadme

a buscar esa cueva donde nadie me vea, donde las lágrimas se congelan, donde

siempre es invierno, y el céfiro hiela.


Dadme una escapatoria, dulce soledad, 

al dolor que tú misma alimentas. O una

salvación: una de mujer que me ame por

ser quien soy.

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