Poesía

Poesía

martes, 3 de diciembre de 2024

Mirad a la gitana

Mirad a la gitana bajo la luz

de luna, luna de estaño, 

bailar con su vestido verde

pino el tango. Mirad cómo se 

deslizan sus tacos sobre la 

pista de baile, disfrutad la 

armonía de sus pasos.


Se me acerca un mocito a 

decirme al oído “qué bien se ve

la gitana con su vestido verde 

entallado. Mirad sus curvas lisas,

y fijaos en sus ojos sombreados.”

Se levanta y me deja abandonado

mirando cuasi frente a frente se

tratara, el azabache de sus  ojos

blandos. La gitana se sienta y me

dice “te animas a bailar”, y por sentir 

su espalda y su mano,cercanía, 

con ella me levanto.


Piel de seda, una silueta esculpida

de mármol, sentí su figura frágil,

al agarrar su mano y su espalda 

al compás de la pieza de tango. 

La sentía delicada como sostener

porcelana en las manos. Mil

escalofríos de verano en mí 

rondaron.


Bailar con la gitana, sentir su

vestido entallado, es chocolate 

caliente en frío invernal: cálidos

escalofríos que rozan el alma,

pinceladas de rojo sangre 

bajo la nocturna almohada.

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