Poesía

Poesía

lunes, 9 de abril de 2012

Ascendiste alto...


















Recordaba esos tiempos cuando
descansaba su cabeza en el
pecho de ella, la suavidad del
seno, mientras se relajaba al 
escuchar su corazón palpitar.

Ahora mira su lápida, el 
campanario sonar, el
sonido de una lágrima que
no puede resistir guardar.

Recordaba las flores que a
ella regalaba. Su candidez 
de carmín, las mejillas se 
coloreaban. Un bacio de 
su Beatriz le respondía,
así, al paraíso cada vez 
más ascendía.

Ella agonizó. Dio un suspiro,
y el aliento se escapó... Él,
no contenía nada...Sal de sus
ojos, gotas, humedecieron 
la manta de la mujer que 
amaba.

Aquellos tiempos de verano,
el trinar del colibrí en los 
parques donde sus huellas
iban dejando...melodía 
universal de paz, natural.

En mármol esculpieron su
nombre. Él lo observa con 
sus pupilas vidriosas por el
llanto.

La perdió. La perdió. Ascendió
rápido, aleteando como el colibrí
que en los parques escucharon...

El día en que ella le ofreció su
cariño, bien ganado y merecido,
ella resplandecía con su vestido
de blanco. Era bella, se decía él,
un ángel que tropezó con la tierra,
y que al final, sus alas la llevaron
alto...








 

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