Poesía

Poesía

viernes, 30 de septiembre de 2011

Cabellos de azabache, corona triunfante

El silencio no la oscurecía,
el ruido no la opacaba.
Mi mirada extrañaba ver
su rostro, su piel, y la
melodía que componen
su ser, una armoniosa
combinación que 
transluce en frescas
primaveras, el pudor
y la sal brumosa en
esencias.

De azabache su cabello,
sutil el pincel que retrató
en mi memoria aquel
momento: enlazaba
sus cabellos, con las 
manos arriba, sujetando
el cincel que marcaba
en mi mente cada 
momento.

Decoró su corona; un
lazo anudó, y dos 
esmeraldas completaban
aquel rostro, aquel barro
convertido en carne que 
alguna vez Dios sopló...


No hay comentarios:

Publicar un comentario