Poesía

Poesía

martes, 20 de septiembre de 2011

Poema a mi mismo, a mi corazón.

Relájate, te lo ordeno.
Todo sucumbió. Dejad
Esas notas amargas.
No escribáis sobre
Aquello, el maldito
Infierno.

Reposa, sé la parte
conciliadora entre
Tu mismo y la razón
Que abruma con
Granizo a sabor
De uva.

Late por mí. Mantente
Calmado, olvidad los
Desechos del pasado.
Recicla ese desagüe
Para que cristalina
corra en mis venas la
Nueva primavera.

Que nadie te vulnere,
Que nadie te corrompa,
Late por mí; me das vida,
Y en las noches, me das
Sombra. ¡Oh ruiseñor,
Mantén tu canto, mantén
Tu sombra!

1 comentario:

  1. Disfrute de aquella diferencia entre el sentimiento y la razón que muchas veces aqueja nuestra existencia; divergencia que daña, exalta pero que en definitiva nos hace sentir humanos, y muchas veces, demasiado humanos.

    ResponderEliminar