Poesía

Poesía

lunes, 13 de septiembre de 2010

Imagina

Brota la luz del día
y la bella aurora
ilumina con su
resplandecer
todo lo que es vida.

Me la imagino con
sueño, todavía
arrullada por el
roce de  las
sábanas frías.

Me la imagino con
sus manos suaves
de terciopelo acariciar
su delicado cuerpo
mientras con delicadeza
alcanza aquello que le quita
la desnudez al cuerpo.

Me la imagino sorprendida
mientras el reloj apunta
la hora que le toca
comenzar el día.

Me imagino al guardia
que con recelo la mira
mientras ella trabaja
adormecida en sus metas
de la vida.

Me la imagino independiente
mientras de soslayo mira
si alguien especial
la visita.

Me la imagino con un libro
que toca y revisa. ¡Oh!
Como quisiera ser aquel
libro cuyas páginas acaricia!

Me la imagino enamorada
de un poeta cuyos poemas
en ella él se inspira...

Me imagino una
infinidad de alegres
pensamientos de
algarabía mientras ella
lee estos versos que
le complica el acelerado
compás de su corazón
que palpita.

Y finalmente,
me la imagino
ruborizada;
tan tierna es que
a mis brazos
la veo caer.

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