Poesía

Poesía

lunes, 20 de septiembre de 2010

Tímidez...

Tu tímidez es exquisita,
tus labios también,
por eso me animan aquellos
besos que buscan su cauce
en mi ser.

Aquellos besos que me
envías nutren mi alma,
nutren mi ansia infinita
de tenerte algún día
rendida ante los esfuerzos
que hago para conseguirte
mujer.

Si, como desde lo más
íntimo de mi ser anhelo
que seas mía mujer.
Mía como la brisa salina
al mar y los pétalos a la
rosa, la rosa que algún día
llenará de amor e inflamará
en arduos fuegos el corazón
que con tanto esfuerzo
voy ganando y conquistando.

Así como el picaflor que
encuentra su néctar en la flor,
yo lo encuentro en los
besos que con tanta dificultad
me logras entregar.

Es una punzante insatisfacción
que no pueda verte muy a
menudo amor, pero creeme,
que si pudiera verte muchas veces,
ya que alegas que casi no nos vemos,
amor, lo haría para colmar mis ojos y
corazón.

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