Florece abierta como
La azucena a finales
De la primavera. ¡Oh!
¡Qué bella!
El blanco lirio cuyas
Hojas mantiene vivo
El rocío que vive en ella
Serena.
Es de extrema naturaleza,
Que sus cabellos son un
Enjambre de adornos de
Azabache.
Tan calmosa,
Suave y perfumada de
La esencia del jazmín que
Transpira mientras su silueta
Recorre el edén de mil manjares.
Bañada de miel y uvas
Su cuerpo deja un aroma
Que me perturba.
El vino de pureza la
Embadurna al remojarlo
En sus labios de mujer madura
Exquisita al no ocultar
Aquella timidez que enciende
Las ganas de pasar la noche en vela
Escribiéndole poemas…
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